Así hay que actuar ante un ahogamiento

Con la llegada del buen tiempo comienza también la temporada de baño.  Continuamente durante el verano oímos en las noticias que se ha producido algún ahogamiento en playas, piscinas o pantanos.

Son especialmente susceptibles de sufrir un ahogamiento los niños que pueden caer a piscinas sin los manguitos o sin flotador; también cualquier persona que en el mar se encuentre inesperadamente con un remolino, incluso en la salida a la playa, o que haya sufrido un desvanecimiento en el agua por cualquier razón.

Si nos vemos en las circunstancias de presenciar un ahogamiento debemos de tener muy claro cómo actuar y hacerlo de forma rápida y sin dudas; ya que la vida de una persona corre peligro. Tener unas nociones básicas de cómo proceder ante un ahogamiento puede salvar muchas vidas.

  1. Avisar. Lo primero es sacar a la persona del agua y pedir ayuda a emergencias. Aunque el orden lo determinamos según la situación. Para pedir ayuda avisamos al socorrista de la piscina o llamamos al 112. Si hay más personas presenciando el ahogamiento mientras intentamos sacar a la persona del agua debemos pedir a alguien que avise al 112.
  2. Proteger nuestra vida con un objeto flotante. Debemos tener siempre presente que para introducirnos en el agua a salvar a alguien debemos ir con algún tipo de flotador, puede ser un trabajo arduo y necesitamos un apoyo para no decaer y provocar nuestro propio ahogamiento. Este punto es primordial.
  3. Esperar a servicios de emergencia. No debemos poner nuestra vida en grave peligro para sacar al ahogado del agua, por ejemplo si el ahogado está alejado dentro del mar, debemos esperar a que lleguen los servicios de emergencias. Por otro lado, si hemos llegado hasta el ahogado pero no conseguimos alcanzar la orilla, mejor esperar a flote (ayudados del flotador que llevábamos) a que lleguen a rescatarnos.
  4. Vías respiratorias fuera del agua. Si no podemos sacarlo totalmente del agua, como por ejemplo si se trata de sacar a una persona corpulenta de una piscina o si nos encontramos aguantando a flote en medio del mar, al menos debemos sacarle la cabeza a la superficie, con boca y nariz fuera del agua. Esto lo podemos hacer desde su espalda, pasando un brazo por debajo de la axila hasta alcanzar su mandíbula con ese mismo brazo.
  5. Comprobar nivel de consciencia, respiración y pulso. Una vez fuera del agua puede que ya hayan llegado los servicios de emergencia y se hagan cargo del ahogado. Si no es así inmediatamente comprobamos si el accidentado respira y si tiene pulso e insistir en las llamadas al servicio de emergencias.
  6. Si no respira se debe proceder a realizar la reanimación cardiopulmonar (RCP). Aunque parece fácil en las películas, esta maniobra se debe hacer con sumo cuidado y para hacerlo bien se requiere de cierta práctica. Hay que ser especialmente cuidadoso con los niños ya que si las compresiones se realizan con mucha fuerza le podemos provocar un traumatismo. Ante una situación de emergencia si no hay nadie que sepa hacerlo alrededor tendremos que probar nosotros mismos. La RCP consiste en ciclos de 30 compresiones en el pecho y dos insuflaciones de aire.

Un conocimiento mínimo de cómo actuar en un ahogamiento puede permitirnos salvar la vida a alguien. Avisar a emergencias y conseguir que el ahogado tenga fuera del agua las vías respiratorias son los primeros pasos a dar. Siempre debemos ser conscientes de no poner nuestra vida en peligro y si nos introducimos en el agua para auxiliar a alguien, siempre, siempre, llevar un objeto flotante.

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