RCP en tres sencillos pasos

La RCP o reanimación cardiopulmonar es una maniobra  de primeros auxilios que nos va a permitir reanimar y mantener con vida a un accidentado hasta la llegada de los servicios de emergencia.

Conocer las técnicas básicas de la RCP debería de ser algo general entre la población. En cualquier momento nos podemos encontrar en situaciones en las que un amigo o familiar presenta síntomas de parada cardiorespiratoria y nuestro auxilio inmediato puede ser determinante para su vida. Hoy en día en muchos trabajos es necesario tener conocimientos básicos de primeros auxilios entre los que se encuentran la RCP.

No se trata de una operación especialmente compleja pero debe ser realizada con cierto nivel de conocimiento y con especial precaución en niños.

Os indicamos como realizar correctamente una RCP en tres sencillos pasos:

  1. Determinar que la persona accidentada está en parada cardiorespiratoria. Frente a un accidente o un ahogado lo primero que debemos identificar es el nivel de consciencia. Si está inconsciente puede que esté en parada cario-respiratoria y por tanto tenemos que comprobar si respira (se hincha y baja el pecho o exhala aire por la boca o nariz) y si tiene pulso. Si la persona no respira ni tiene pulso comenzamos la RCP colocando al accidentado boca arriba con los brazos extendidos a lo largo del cuerpo y con las piernas también extendidas.
  2. Comprobamos que no tiene ningún objeto que pueda estar obstruyendo las vías respiratorias abriendo la boca y mirando los orificios nasales. Por ejemplo en la boca de un ahogado puede haber ramas o algas, y cualquier persona podría ir mascando chicle en el momento del accidente.
  3. La RCP propiamente dicha consiste en ciclos de 30 compresiones en el pecho y dos insuflaciones del aire.
  • Iniciar las 30 compresiones en el pecho. Se realizan en la zona central del tórax a unos 6 cm sobre el esternón. Para localizar el punto podemos guiarnos a través de las costillas flotantes hasta el esternón. Colocar la palma de una mano sobre ese punto y la otra mano sobre ella, enlazándola a la primera o dejando los dedos estirados sin tocar el pecho.
  • Contamos treinta compresiones al ritmo de 100 por minuto, una cada dos segundos, y dejando que suba el tórax tras cada compresión. Con las compresiones de pecho debemos ser especialmente cuidadosos con los niños ya que si se realizan con mucha fuerza le podemos provocar un traumatismo.
  • Ahora las dos insuflaciones de aire. Colocamos con la cabeza hacia atrás al ahogado (barbilla hacia el cielo); tapamos la nariz con una mano y con la otra abrimos la boca tirando hacia abajo de los carrillos; hacemos dos insuflaciones de aire en sus pulmones a través de la boca.
  • Comprobamos si respira o tiene pulso. Si no es así continuamos la RCP con las compresiones torácicas y las insuflaciones de aire hasta la llegada de los servicios de emergencia o hasta la extenuación.

La reanimación cardiopulmonar es una maniobra que se debe hacer con cuidado y requiere de cierta práctica. La RCP debería de ser algo que todos sepamos realizar ya que puede salvar la vida de una persona. Esperamos que estos tres sencillos pasos os ayuden a saber como practicar correctamente una RCP.

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