Un botiquín casero es imprescindible para solucionar pequeños accidentes que pueden ocurrir en el hogar o para aliviar síntomas de dolencias menores que no requieren de una intervención médica.
Especialmente cuando hay niños en casa tener un botiquín a mano puede ser un gran recurso para pequeños golpes y heridas o síntomas como fiebre o diarrea que son tan comunes en los niños.
El boquín debe estar en un sitio seco, fresco y preservado de la luz para evitar que se alteren los medicamentos. Aunque en muchos hogares el botiquín se encuentra en el baño o la cocina, estos no son los lugares más adecuados ya que son las zonas de la casa sometidas a mayores cambios de temperatura y de humedad. El botiquín debe estar fuera del alcance de los niños pero en una zona accesible y sin cerrar con llave por si urgiera abrirlo.
¿Qué no debe faltar en el botiquín de casa?
Un botiquín básico de cualquier hogar debe contener:
Dentro de los medicamentos debemos incluir únicamente los que conozcamos, sepamos cómo usarlos y cuáles son sus efectos secundarios. El botiquín no es el sustitutivo de la farmacia ni un espacio para almacenar medicamentos. Nuestro botiquín de casa debe contener medicamentos que nos sirvan para pequeñas urgencias y el tratamiento de síntomas leves y nunca guardar medicamentos caducados, en mal estado o sin prospecto.
Podemos incluir en nuestro botiquín casero:
Un botiquín casero completo nos puede resultar muy útil en caso de emergencia. Ya sabes lo que no puede faltar en tu botiquín de primeros auxilios. Si tienes uno en tu hogar ¡ponte manos a la obra! Y si ya lo tienes ¡es hora de revisarlo para que no te falte nada imprescindible!