Los socorristas son bastante demandados durante el verano cuando las piscinas y los baños en la playa están en pleno apogeo. Sin embargo, cada vez se solicitan más los servicios de socorristas durante todo el año para trabajar en piscinas cubiertas de instalaciones deportivas tanto de carácter público (polideportivos municipales) como privado (gimnasios, clubs deportivos, etc.).
Para poder trabajar como socorrista es necesario tener acreditada una formación específica como socorrista en instalaciones acuáticas y espacios naturales, y esto se consigue realizando un curso homologado para tal fin.
Existe una amplia oferta de cursos para socorristas en el mercado, pero no todos ofrecen la calidad necesaria. Por eso os aconsejamos que si estáis pensando en ser socorristas os pongáis en manos de una empresa solvente y con experiencia que os garantice la mejor formación.
¿Qué aspectos debe cubrir un curso de socorrista?
Un socorrista cumple con la función de actuar en tres aspectos que son: la prevención, la vigilancia y el rescate en entornos acuáticos.
La formación en socorrismo está enfocada en estos tres aspectos que hemos mencionado (prevención, vigilancia y rescate) mediante clases teóricas y prácticas (en el agua) que deben estar impartidas por profesionales cualificados en cada ámbito (personal sanitario y monitores deportivos).
Los requisitos mínimos para poder acceder a un curso de socorrista son: saber nadar de forma óptima a crol y braza; tener más de 16 años; y haber cursado al menos hasta 2º de ESO.
Otros cursos complementarios para los socorristas.
Cuanta mayor formación y cualificación profesional se acredite más opciones de conseguir un trabajo como socorrista. Además del curso básico de socorrista es importante que nos reciclemos y actualicemos nuestros conocimientos así como que ampliemos nuestra formación con cursos complementarios.
Algunos de los más demandados por centros deportivos, gimnasios, piscinas municipales, parques acuáticos, etc. son los siguientes: