En zonas de baño al aire libre (piscinas, playa, pantanos, etc.) es muy habitual que haya abejas o avispas que acudan al agua y que algún bañista acabe con una picadura. En principio, a no ser que seamos alérgicos, una picadura de avispa o abeja no es peligrosa, aunque sí puede ser bastante dolorosa y molesta según la zona.
Lo más recomendable como siempre os indicamos desde una organización dedicada al socorrismo es la prevención. Y, ¿cómo evitar que nos piquen?
Lo primero sería saber que en la medida de lo posible no debemos ahuyentarlas con movimiento bruscos o golpes, normalmente sólo nos picarán si se ven amenazadas. Otras recomendaciones son: evitar llevar perfumes que las puedan atraer; no llevar ropa de colores atrayentes; intentar no comer al aire libre; y, muy importante, intentar no caminar descalzos por las zonas con agua.
Si aun así acaba picándonos una avispa o una abeja estos son los puntos que debemos tener en cuenta:
- Cuando nos pica una abeja o una avispa la inoculación de su veneno nos provoca un eritema en la zona (hinchazón y enrojecimiento) y notaremos dolor y picor. Lo primero es eliminar el aguijón, si era una abeja, ya que mientras esté seguirá inoculando veneno. A continuación lavar la zona con agua y jabón y aplicar una compresa fría. Debemos olvidarnos de los “remedios caseros” de usar barro o tierra con vinagre, con esto lo único que podemos conseguir es infectar la zona.
- Importante observarnos y observar a la persona que ha recibido la picadura por si fuera alérgica y no lo supiera. Si le aparecen ronchas por otras partes del cuerpo; empieza a tener dificultad para respirar; mareos y malestar o ganas de vomitar; debemos acudir cuanto antes a un centro médico porque es muy probable que sea alérgico a la picadura y esté sufriendo una reacción anafiláctica.
- Para evitar el picor y la hinchazón existen medicamentos específicos que pueden formar parte de nuestro botiquín de baño o de nuestras salidas al campo, especialmente cuando vamos con niños. Suelen contener antihistamínicos para aliviar la hinchazón y el enrojecimiento; también podemos utilizar un analgésico general, tipo ibuprofeno en las dosis habitualmente recomendadas para la edad del niño o el adulto.
Si nos ha picado en las sienes, cerca del ojo o la boca es posible que sintamos un dolor intenso, dolor de cabeza, e incluso síntomas de fiebre. En ocasiones la hinchazón puede ser muy grande y llamativa; pero, aparte de la molestia, no debe ser peligrosa a no ser que notemos los otros síntomas que hemos comentado sobre la alergia. Si persiste, debemos acudir al médico.
A veces puede que nos piquen varias avispas o abejas al mismo tiempo, un adulto que no sea alérgico no debe de tener problemas aparte de las molestias típicas (dolor y escozor); a no ser que sean muchas picaduras, claro, en cuyo caso debemos acudir a un servicio médico de urgencia. Si un niño pequeño recibe varias picaduras puede afectarles bastante más, ya que la cantidad de veneno inoculada puede ser alta en relación a su peso. En estos casos os recomendarlos llevar al pequeño al médico para que evalúe la situación y prescriba el tratamiento adecuado.
Si la picadura de avispa o abeja ocurre cuando estamos en una piscina, recinto acuático (Parque acuático), o en la playa donde contamos con socorristas y servicio médico siempre podemos acudir a ellos y seguir sus recomendaciones.