La mayoría de las quemaduras son provocadas por accidentes domésticos y no suelen ser muy graves. Sin embargo en determinadas ocasiones sí que se pueden producir lesiones de mayor importancia. La forma de proceder en cada caso es diferente. Te dejamos algunas indicaciones sobre cómo actuar en el caso de quemaduras más leves y de mayor gravedad.
Primeros auxilios en el caso de quemaduras leves.
Estos son los pasos que debes seguir ante una quemadura de poca gravedad.
- Refrescar la zona lesionada aplicando abundante agua no demasiado fría durante unos minutos sobre la superficie quemada. Esto reduce la inflamación y alivia el dolor.
- Secar cuidadosamente con una gasa limpia.
- Aplicar sobre la zona una crema cicatrizante adecuada para quemaduras utilizando una gasa estéril y sin presionar excesivamente.
- Cubrir con una venda o gasa estéril de un tejido que no se adhiera a la quemadura.
- Evaluar la profundidad de la quemadura. No son lo mismo quemaduras producidas por el sol que las provocadas por agua o aceite hirviendo. En el caso del agua suelen ser muy dolorosas pero más superficiales que las que se producen con aceite caliente. Si las quemaduras son profundas es recomendable cubrir la zona con una gasa estéril y consultar al médico.
- Al menor síntoma de infección (aumento del dolor, aparición de pus, inflamación, enrojecimiento, etc.) debe acudir cuanto antes al médico.
- Después de una quemadura la piel está especialmente sensible y es fundamental protegerla del sol utilizando una crema con factor de protección alto.
Cómo actuar en el caso de quemaduras más grave
Estos son los pasos que debemos seguir a la hora de dar primeros auxilios a una persona que presente una quemadura de mayor gravedad.
- Eliminar la causa que está produciendo la quemadura. En el caso de que se trate de fuego se puede utilizar una manta que no sea acrílica. Si no disponemos de otros medios se puede hacer rodar por el suelo al herido para sofocar las llamas. Si se trata de un producto químico hay que retirarlo del contacto con la piel de la persona y retirar del cuerpo la ropa, calzado y otros objetos que pudieran estar impregnados. Nunca retirar tejidos o ropa adherida a la piel.
- Vigilar los signos vitales y examinar si en el accidentado se han producido otras lesiones como fracturas o hemorragias que deban ser atendidas en primer lugar.
- Refrescar las zonas lesionadas con abundante agua evitando que sea muy fría ya que puede provocar hipotermia. Previamente hay que retirar del cuerpo todas las prendas u objetos que puedan mantener el calor.
- Cubrir suavemente y sin presionar la zona lesionada con un vendaje suelto y que hayamos humedecido previamente. Lo recomendable es utilizar gasas o vendas limpias. Pero si no se dispone de ellos se puede utilizar camisetas de algodón, sábanas, pañuelos, etc. siempre que no sean de un tejido que se adhieran a la piel.
- Cubrir al herido para evitar que se enfríe en exceso.
- Trasladarlo rápidamente a un centro médico u hospital siempre que las lesiones lo permitan. Si no es el caso llamar a un servicio de urgencias para que lo asistan en el lugar donde se ha producido el accidente.
Os hemos indicado algunas medidas de primeros auxilios para actuar ante una quemadura. Lo que no debemos hacer nunca es aplicar pasta de dientes, hielo, reventar las ampollas ya que aumentamos el riesgo de infección y despegar la ropa u otros objetos que se hayan quedado adheridos a la piel.