Los pasos que debemos dar cuando nos hacemos una herida que no requiera de atención médica, por ejemplo una herida superficial o raspadura, son:
- Primero, lavar bien la herida con agua y jabón o suero fisiológico.
- Segundo, secar bien la herida con una gasa estéril o un paño limpio.
- Y tercero desinfectarla con un antiséptico que aplicaremos por toda la zona.
- En caso necesario podemos aplicar un apósito o tirita para proteger la herida.
Hoy nos vamos a centrar en dos productos utilizados para desinfectar las heridas como son el Betadine y la Cristalmina, dos de los antisépticos más habituales y que deben estar presentes en cualquier botiquín, tanto doméstico como en el botiquín de un socorrista.
Betadine
El Betadine es un antiséptico de amplio espectro, antibacteriano (bactericida Gram+ y Gram-), antifúngico (fungicida), antiviral, con acción biocida también frente a protozoos y esporas. Su principio activo es la povidona iodada. El iodo liberado actúa oxidando enzimas y proteínas estructurales de los microorganismos y destruyendo las células microbianas. El producto deja de ser efectivo cuando se seca, por eso es importante usar una buena cantidad en el proceso de desinfección.
Betadine es un nombre comercial y lo podemos en encontrar en distintos formatos según su aplicación, siendo el Betadine en solución dérmica al 10% la que normalmente utilizamos para la desinfección de pequeñas heridas superficiales, arañazos, rozaduras o quemaduras leves. Al igual que la Cristalmina es de uso tópico por lo que presenta baja toxicidad.
Una de las desventajas del betadine es que puede manchar la ropa y tejidos en contacto con la herida y también colorear la piel, aunque el color se irá con los sucesivos lavados.
El Betadine no se debe aplicar a personas con intolerancia al iodo o a medicamentos iodados, igualmente no debe utilizarse de forma prolongada en personas con alteraciones de tiroides. Su uso prolongado también puede provocar dermatitis.
Cristalmina
Por su parte la Cristalmina (10 mg/ml) es un antiséptico cuyo principio activo es el digluconato de clorhexidina. Al igual que el betadine es un antiséptico de uso cutáneo o tópico y aunque tiene una acción antiséptica amplia, esta es más limitada que el Betadine. Así, la Cristalmnina actúa como desinfectante frente a una amplia gama de bacterias y levaduras (hongos), aunque presenta baja acción sobre bacterias del género Pseudomonas y no es virucida ni mata esporas.
El digluconato de clorhexidina también se utiliza como antiséptico bucal en colutorios.
La ventaja de la Cristalmina frente al Betadine es que su acción es rápida y se adhiere permaneciendo en la piel y manteniendo su actividad durante más de tres horas. También es importante tener en cuenta que podemos encontrarla comercialmente en solución en spray que hace muy sencilla su aplicación sobre la herida y zona a curar. También destacar que no mancha la piel y la ropa.
En general, la Cristalmina sería de uso preferente en niños y mujeres embarazadas frente al Betadine.