RCP: Todo lo que debe saber un socorrista
Un socorrista debe estar preparado para muchos tipos de emergencia, son solo para un ahogamiento. La casuística de problemas con los que se puede encontrar en una playa o en la piscina son variados, pero existe una técnica básica que resulta fundamental dominar y que es probable que deba ser aplicada mas de una vez a situaciones de diversa tipología: la técnica RCP (Reanimación cardiopulmonar). Para llevarla a cabo con éxito y salvar vidas el profesional ha debido obtener la formación adecuada, de modo que la realice de manera correcta.
El socorrista será quien esté al mando de la emergencia mientras llegan los servicios de ambulancias, por eso debe tener claro cómo actuar para que esos minutos sean fundamentales para que la vida del accidentado siga latiendo. Una de sus grandes aliadas es la RCP (respiración cardiopulmonar), que se utiliza cuando la respiración o los latidos del corazón se detienen. Es la forma de reanimar a la persona que ha sufrido ese paro.
Antes de realizarla hay que avisar a emergencias y advertir de lo que está ocurriendo para que vengan a auxiliarnos. Verificaremos si la persona está sufriendo una parada cardiorrespiratoria. Si no respira, colocaremos a la víctima hacia arriba y abriremos la vía aérea con la técnica frente-mentón. Verificaremos que no hay ningún objeto extraño, y procederemos con la maniobra RCP. No la puede hacer cualquiera, es necesario contar con la formación adecuada. Hay que seguir un estricto protocolo, hacer mal puede traer mas problemas que beneficios.
Realización de la RCP:
- Coloque la base de una mano en el esternón, justo entre los pezones.
- Coloque la base de la otra mano sobre la primera mano.
- Ubique el cuerpo directamente sobre las manos.
- Aplique 30 compresiones. Estas deben ser rápidas y fuertes. (atiende las indicaciones del operador de emergencias)